Él era una persona como cualquiera,o al menos eso creía él.
Yo siempre lo comparé con un ángel.Tenía aspecto de eso.Pero era un ángel manchado de petróleo,cubierto de cabeza a los pies.Es inseguro,a veces pretensioso,otras veces inofensivo...Al principio nadie le entiende,pero a veces no hace falta escucharle para saber qué es lo que quiere decir.Yo me conformaba con mirarlo hasta que me reventaran las pupilas.Y sé con certeza,que nadie lo ha admirado en su imagen como lo hice yo.Y no vale la pena describirle en un poema,eso le quita toda su naturalidad,pero como bien dije antes,era como un ángel.Quien lea ésto pensará que me he colocado con algo pero en fin,me gusta hablar con las paredes.
Recuerdo cuando me miraba,y su mirada casi hablaba por él .Sus ojos eran como dos océanos,llenos de agua,y por mucho que nadases en ellos nunca encontrarías absolutamente nada...solo éso,agua.Me costaba mucho darle vida a esos ojos, a veces hasta los llegué a ver perdidos,casi como yo cuando me quedaba en ellos.Su sonrisa era preciosa,como él en sí,y difícil era sacarle una sonrisa,aunque había días en los que no dejaba de sonreír,era como poner algo de color a una foto en blanco y negro.Me encantaba cuando estábamos tendidos en la cama,semanas y semanas en el mismo lugar,fuera para bien o para mal,yo le quería hasta enfadado.Yo no podía dejar de tocarle,si no lo hacía con las manos lo hacía con un pié, o con la mirada,con lo que fuera.
Su boca nunca fue un templo,fue más bien un cementerio,lleno de besos que no eran suyos o que estaban muertos,a saber cuántas bocas rondaron por allí en aquel entonces...incluso de esa boca salían palabras como cuchillos de doble filo,incluso las palabras más tiernas me rompían los tímpanos.Probarle es como beber de un agua que solo se encuentra en una zona del planeta,es como llenarte la sangre de una sustancia que te lleva a la avaricia.
Me ha destrozado por completo,se lo ha llevado todo,todo de mí.
No estoy enamorado,puedo vivir sin él,me alimento del recuerdo y del olor que todavía queda en las mantas.
Aunque sé que ésto va a peor.No sé qué será de mi dentro de unas semanas.
Yo siempre lo comparé con un ángel.Tenía aspecto de eso.Pero era un ángel manchado de petróleo,cubierto de cabeza a los pies.Es inseguro,a veces pretensioso,otras veces inofensivo...Al principio nadie le entiende,pero a veces no hace falta escucharle para saber qué es lo que quiere decir.Yo me conformaba con mirarlo hasta que me reventaran las pupilas.Y sé con certeza,que nadie lo ha admirado en su imagen como lo hice yo.Y no vale la pena describirle en un poema,eso le quita toda su naturalidad,pero como bien dije antes,era como un ángel.Quien lea ésto pensará que me he colocado con algo pero en fin,me gusta hablar con las paredes.
Recuerdo cuando me miraba,y su mirada casi hablaba por él .Sus ojos eran como dos océanos,llenos de agua,y por mucho que nadases en ellos nunca encontrarías absolutamente nada...solo éso,agua.Me costaba mucho darle vida a esos ojos, a veces hasta los llegué a ver perdidos,casi como yo cuando me quedaba en ellos.Su sonrisa era preciosa,como él en sí,y difícil era sacarle una sonrisa,aunque había días en los que no dejaba de sonreír,era como poner algo de color a una foto en blanco y negro.Me encantaba cuando estábamos tendidos en la cama,semanas y semanas en el mismo lugar,fuera para bien o para mal,yo le quería hasta enfadado.Yo no podía dejar de tocarle,si no lo hacía con las manos lo hacía con un pié, o con la mirada,con lo que fuera.
Su boca nunca fue un templo,fue más bien un cementerio,lleno de besos que no eran suyos o que estaban muertos,a saber cuántas bocas rondaron por allí en aquel entonces...incluso de esa boca salían palabras como cuchillos de doble filo,incluso las palabras más tiernas me rompían los tímpanos.Probarle es como beber de un agua que solo se encuentra en una zona del planeta,es como llenarte la sangre de una sustancia que te lleva a la avaricia.
Me ha destrozado por completo,se lo ha llevado todo,todo de mí.
No estoy enamorado,puedo vivir sin él,me alimento del recuerdo y del olor que todavía queda en las mantas.
Aunque sé que ésto va a peor.No sé qué será de mi dentro de unas semanas.
